Los beneficios de una buena postura

¿De qué hablamos cuando hablamos de una buena postura? La postura es simplemente la posición en la que sostienes tu cuerpo para contrarrestar la fuerza de la gravedad. Y todos los especialistas están de acuerdo en que cuanto más recta esté la espalda, menos dolor sentirás ahora y en un futuro próximo.

Cualquier cosa que altere la posición de tu columna vertebral solo te causará problemas. Por lo tanto, si te encorvas demasiado sobre tu Tablet o tu móvil mientras viajas, si no haces los ejercicios correctamente en el gimnasio, o si pasas todo el día en un escritorio, entonces probablemente tengas algo de trabajo por delante para corregir tu postura. Además, la mala postura puede tener complicaciones a largo plazo. Si sufres de dolor de espalda en el trabajo durante más de un mes, hay un 20 por ciento de posibilidades de que el dolor te dure un año entero.

Pero dedicarle algo de tiempo a tu postura no solo te hará sentir mejor en tu escritorio; existen innumerables beneficios probados para tu salud y tu condición física. Además, pararte recto con la espalda derecha siempre mejora tu aspecto.

¿En qué te beneficia una buena postura?

Mejorar tu postura te ayudará a prevenir el dolor muscular y la fatiga, y también aumentará tu destreza deportiva. También protegerás tu columna vertebral y permitirás un mejor flujo de oxígeno alrededor de tu cuerpo. Esto, a su vez, aumenta la funcionalidad de todo tu cuerpo, desde el sistema nervioso hasta los órganos clave.

Permanecer de pie o sentados durante periodos prolongados desalinea los huesos y ligamentos, lo que significa que otras áreas deben esforzarse más para compensar el desequilibrio. Por eso una mala postura puede suponer que una de tus rodillas se sienta más cargada que la otra, o te duela cuando corres, o que tengas un nudo entre los omoplatos del que no puedes deshacerte. Y cuando haces ejercicio, con todos estos desequilibrios biomecánicos, es más probable que te hagas daños ya que tu cuerpo no está funcionando tan eficientemente como debería.

Los beneficios de una buena postura también pueden ser psicológicos. Caminar regularmente no solo mejora la postura, sino que también aumenta los niveles de energía. Estar de pie o sentado con la espalda recta también estimula los recuerdos positivos, como la última vez que tu jefe dijo 'Bien hecho'.

Fundamentalmente, tener una buena postura te hará sentir más seguro, ayudándote a aceptar las ideas más positivas de ti mismo y rechazando las autoimágenes negativas.

Naturalmente, también te verás más alto y tu ropa te sentará mejor, en lugar de agruparse alrededor de un estómago que sobresale innecesariamente o de los hombros encorvados. La ropa se ve mucho mejor en personas con buena postura, pero todo se ve bien en alguien que sonríe y emana energía positiva. La confianza es un trabajo interno.