Consejos para un afeitado perfecto

Aprender a afeitarse es uno de esos rituales de la madurez que todos los hombres deben afrontar. Ya sea parte de tu rutina cotidiana, o bien decidas llevar barba por un tiempo, en algún momento de tu vida tendrás que enfrentarte con tu vello facial.

¿Pero te estas rasurando de la manera correcta? Si tiene muescas alrededor de la barbilla y signos de irritación, entonces no. Puede que te estén faltando uno o dos pasos clave en tu régimen de afeitado, o quizás lo estés haciendo mal. Cualquiera sea el caso, hoy te damos unos consejos infalibles para afeitarte.

Dúchate antes de afeitarte

Lo primero que debes hacer es ducharte con agua caliente. Los poros deben estar bien abiertos para lograr un afeitado al ras y limpio que minimice la irritación de la piel, y no hay mejor manera de relajarte que una buena ducha. El vapor hace que los poros se relajen y la piel se reblandezca, permitiendo que la cuchilla se deslice sin problemas por tu cara. Una inversión recomendable es un espejo de ducha que no se empañe, así podrás mientras te duchas. Nunca te mojes la cara con agua fría antes de rasurarte, ya que los poros se cerrarán dificultando el afeitado.

El proceso previo al afeitado

Domar una barba requiere algo más que una crema y una cuchilla. Empieza la rutina con un exfoliante facial para limpiar y suavizar el vello facial. Luego usa un aceite para antes del afeitado para facilitar el deslizamiento de la maquinilla de afeitar. Y, por supuesto, necesitas una crema de afeitar o un gel que proteja tu piel durante el afeitado.

No uses jabón

Los jabones de barra apenas son aceptables para lavarse las manos, ni se te ocurra usarlos en el rostro. Tienden a dejar residuos y a resecarte la piel. Incluso un jabón hidratante no puede competir con un líquido de lavado facial. Por otro lado, un gel de espuma de acción múltiple disolverá el exceso de grasa y destapará los poros de manera efectiva para un afeitado sin complicaciones.

El afeitado

El secreto de una afeitadora es que está diseñada para hacer el trabajo sin esfuerzo, y que no sientas la necesidad de aplicar un extra de presión cuando te la pases por la cara. Ya sea descartable, de doble filo, o una navaja de afeitar, siempre aféitate en la misma dirección del crecimiento del pelo, marcando trazos cortos y uniformes para un afeitado más preciso que reduzca la presión sobre el mango de la hoja. Luego cubre nuevamente tu cara con un poco de crema de afeitar o gel y afeita suavemente a contrapelo. Con esta técnica lograrás un afeitado al ras y disminuirás el riesgo de cortes.

La rutina post-afeitado

El afeitado causa un desgaste severo en tu piel. Por eso, para rejuvenecer la carne irritada, usa un bálsamo para después del afeitado con ingredientes que respeten tu piel y le devuelva la humedad que el proceso de afeitado elimina naturalmente. Cualquier corte o muesca puede usar la ayuda de un lápiz astringente. Para terminar, aplica un poco de serum para el vello encarnado. Misión cumplida.